lunes, 24 de diciembre de 2007

Navidad de 1995


Tenía la tez de color mate, los hombros anchos y las piernas firmes. Siempre sonreía, inocente y perverso a la vez. Era un niño grande. Recuerdo sus manos adultas, de dedos cortos y regordetes, con las uñas extremadamente cortas, y las cutículas comidas. Se llamaba Willy. Tenía 10 años y yo 8 cuando lo conocí. Y fue mi regalo de Navidad de 1995.

Era una noche tibia, de esas que son los restos de una jornada de calor insoportable. Había olor a jazmines, ese olor dulce y renovador; el cielo estaba estrellado y era la víspera de Navidad. En aquellos tiempos, entre sueños olímpicos y una actitud caminase, me había vuelto una patinadora compulsiva, al punto de andar para todos lados sobre los patines. No me bastaban las tardes de "ir y venir", "ir y venir", por la calle: desde mi casa a la casa de Quico (a dos casas de la mía), mientras mi madre charlaba con las vecinas, sino que también andaba por adentro, noche y día sobre los patines. Esa noche no fue una excepción.

Luego de la cena, a las doce, me encontré con la sorpresa no tan sorpresa: unos patines nuevos. Estaban hechos de un plástico rojo con sus cuatro ruedas azules, eran preciosos. Después de las doce, como siempre, salimos todos a la puerta de casa a tirar cuetes y a saludar a los vecinos. Entonces, entre la confusión de la gente saludándose, y la alegría, me escapé sobre mis patines nuevos. Me deslicé libre por la calle lisa y despejada, y fui un poco más allá de la casa de Quico. Los brazos se me batían como alas en el aire, las piernas estaban rígidas y decididas, el aire en la cara me alentaba a más, y además no sabía cómo frenar. Entonces llegué a la esquina, doblé en ele y, aún más, llegué a la esquina de la otra cuadra. Fue entonces cuando lo descubrí.

En mi vida había visto a todos aquellos niños. Eran unos expertos. Estaban jugando carreras sobre sus patines Roller y yo, sobre mis cuatro ruedas, me sentía la más niña. Aparecí así como sí nada, era un "torpe torpedo" lanzado desde el otro lado de la manzana. Me di contra el cordón de la vereda y caí con poco estilo sobre el césped, de donde tardé en levantarme a fin de que no notaran mi falta de destreza, cosa difícil de disimular a estas alturas. Los observé un ratito, como quien observa una escena desde fuera, con algo de curiosidad y, a la vez, prudencia.

Cuando ya me estaba yendo con mi rodilla raspada, Willy se me acercó y, sin más, me dijo: “Vos anda y unite a María. Las dos contra mí”. Entonces, como si nada nos pusimos en nuestras posiciones y, cuando él gritó: “hasta la esquina", salieron disparados. Cuando llegaron a la meta, habiendo recorrido toda la cuadra que era paralela a la mía, yo aún seguía en el punto de partida, mirándolos patitiesa y con un sentimiento de deteriorado atrevimiento, que sin duda se debía de notar en mis gestos. Me di la vuelta y, cuando empezaba a andar de regreso a casa, sentí el ruido de unas ruedas que se desplazaban a gran velocidad detrás de mí.

- Me llamo Willy -me dijo, mientras frenaba usándome como resistencia, a propósito-. ¿Vos?

-...

-No me caes simpática, sólo hablo con vos por hablar con alguien mientras vuelvo hacia casa. Vivo acá -dijo y señaló una casa chiquita y con las paredes descascaradas-. ¿Vos?

-Virginia -muy seca-, y vivo acá a la vuelta en una casa de rejas verdes.

- Bueno -me dijo yéndose hacia su casa, que parecía estar desierta-, ya nos veremos, "simpática" -agregó con un tono irónico y se rió con picardía.

-Feliz Navidad -le dije, intentando parecer un poco más descontracturada.

Me miró, se rió de nuevo y entró en su casa silvando y moviendo la cabeza.

Cuando llegué a casa, preparada psicológicamente para que mis padres me asesinaran, me encontré con la sorpresa de que no se habían dado cuenta de mi desaparición.

Al día siguiente, Willy estaba en la puerta de casa pidiéndole permiso a mamá para jugar conmigo. No sé qué historia habría inventado para justificar el hecho de que nos conociéramos, pero mamá le creyó. Y así como si nada se conviertió en uno más en mi hogar. Mamá lo llegó a querer como a un hijo. Todos los días merendaba en casa y jugábamos los tres, junto con mi hermano Nacho, a cosas de varones; y por la noche, como recompensa por mi sumisa falta de femeneidad, patinabamos un rato. Yo soñaba con ser patinadora, él quería ser Spiderman.

No voy a olvidar nunca ese 25 de diciembre, en que apareció inesperadamente en casa: patinamos en el fondo buena parte de la tarde y se comió todas las uvas podridas del parral, mientras yo le pegaba en la cabeza.


NAVIDAD 1995. Querido Papá Noel: quiero unos patines nuevos y otro hermano.
NAVIDAD DE 1996. Mamá y Papá: quiero unos Rollers. Y como ven, Willy me dijo que Papá Noel no existía. Ya era hora.




Feliz Navidad para todos!

22 comentarios:

Arkadia dijo...

Lo siento. !No puedo poner el primer signo de exclamación!

Bloody dijo...

Es terrible cuando te enterás. A veces podés terminar odiando a quien te lo dijo. Yo me di cuenta sola, por suerte. Y cuando me dijeron que me iban a seguir regalando cosas, me dio igual. Qué desamorada.

SEAL dijo...

Igualmente para vos!!!!

Besotes!!!

Eugenia S. dijo...

Ja, papá noel no existe para quien no quiera que exista :)

Beso.

NandoXXI dijo...

Interesante relato, freso, como siempre, con personajes de olores reales, con paiajes urbanos muy familiares. Alegre, ¡Feliz Navidad para ti tambien! (Aprovecho porque no quise ponerlo en mi blog) :P

NandoXXI dijo...

Ups, Fe de Erratas:

*fresco *paisajes
-Qué me esta pasando?-

Arkadia dijo...

Bloody, sí fue terrible. Me acuerdo que me enojé con mis padres. Me sentía una tarada, además de que estaba crecidita. Jejeje. Ahora lo pienso y me rio.

Eugenia, eso es muy cierto. Yo creo que en el fondo lo sabía, pero...

Nandoxxi, muy lindo comentario, graicas por pasar. Y no preocupes por las Fe de Erratas, yo siempre pongo "graicas" en lugar de "gracias".

Abrazos para todos.
Arkadia

Anónimo dijo...

Considero que la escritora está un poquito loca pero es muy buena.

Un besote

Anónimo dijo...

Soy Esteban!!!

NandoXXI dijo...

Soy NandoXXI :p

Anónimo dijo...

excelente...

muy pero muy bueno,... me haces acordar a alguien especial.

que bueno.

saludos =*

atomic

Jok€r dijo...

papa noel si existe! jaja feliz navidad para vos y buen año!

Arkadia dijo...

Mi querido Esteban, gracias por el mensaje, y por ponerle la tilde a "está". Abrazo.

NandoXXI, sos terrible! jejeje. Se ve que cuando fue a aclarar que era él, a su vez, probó poner su nombre y le quedó. Je, saludos.

Atomic, un gusto recibirte. Muchas graicas por el comentario. No sé si nos conocemos, pero siento que sí. Tal vez son locuras mías.

Un abrazo grande para todos.

Arkadia dijo...

Ah, Joker (me olvidaba de vos), ¿cómo que existe? Explicame mejor eso.

Buen año también para vos y gracias por pasar. Saludos

Juan Marra dijo...

Feliz año, Arkadia.
Un abrazo.

NandoXXI dijo...

Es increible como se comenta en este blog. Cual es tu secreto Ark? Ah! con respecto a Papá Noel, de hecho existe en los miles de pobres laburantes que año tras año se tienen que poner la panza, la barba y el traje rojo en la epoca mas calurosa del año y reirse con voz grave de algo que sinceramente no le causa gracia a nadie.

BsXXI

Arkadia dijo...

Jeje, pobres! Me acabo de dar cuenta que en los links te puse como "NandoXX" en lugar de "NandoXXI". Prometo arreglarlo.

Beso grande,
Ark (jeje)

Lebowski dijo...

Felicitaciones, Arkadia. Sé que te gustan los comentarios condimentados, pero este no es una de esos.

Realmente, delicioso texto. Brillante, de corazón.

Un beso y feliz año

Arkadia dijo...

Soplar, al fin te encuentro por acá. Un abrazo.

Mi querido Preso, gracias por el comentario poco condimentado. Un abrazo grandote para "El maestro Pessoano".

Feliz año y todo eso para los dos.

Mónica dijo...

Hola pasé a desearte feliz 2008!!!!

Y que nos visitemos a partir del año que viene ¿te parece?

Ojalá que sí... Bsss. Nos vemos

NandoXXI dijo...

Bueno, debo confesar que me alegro que te hayas dado cuenta ;$. Atomic, yo a vos te saco tambien.
Tambien te quiero decir que estaría bueno que postearas mas seguido... JIJIJI!!!

Arkadia dijo...

Mónica, un gusto recibirte por acá. Nos leemos. Suerte, éxitos o lo que esté de moda para el 2008. Beso

Y, NandoXXI, pensé que no te habías dado cuenta. Ya lo cambié. Te había quitado un siglo. jejeje.